domingo, 15 de febrero de 2009

Capitulo 2. El hada más sabia de todas la hadas

Aquella pregunta nos pilló de sopetón ¡No nos la esperábamos! Recuerdo perfectamente la cara de Roci y Dehay. No abrieron más los ojos por que no podían.
-¿Que hacen tres aprendices de hada paseando tan temprano?- nos volvió a preguntar.
Miré a Dehay que me miraba a mí con cara de suplica, así que, no me quedo más remedio que contestar lo primero que se me paso por la cabeza:
-Estábamos contemplando los preparativos para la fiesta de la Alareda desde nuestra azucena así que…-ya no sabía como continuar y Roci me tomo el relevo
-Así que nos preguntábamos si… ¿podríamos ayudar en algo?-dijo de sopetón
Dehay y yo miramos a Roci con cara de "¿Qué?" y en estado de shock pero, por desgracia, la mentira no duro mucho.
-¿Seguro que no buscáis a nadie?- nos dijo Sabia.
Roci fue la única que no entro en shock, nos miro y pasados unos segundos contesto:
-Segurísimo Sabia, de verdad, ¿en que podemos ayudarte?
-Pues, veréis, estoy buscando a un hada que viste de negro y lleva…
-¿¡Un hada que viste de negro!?-Gritamos ahora en shock las tres a la vez.
-Si, tiene pinta de ser muy anciana y no lleva alas creo que vendía tarros de colores muy peligrosos- nos dijo no muy segura de sus palabras, cosa muy rara en ella.
Yo no pude más, no podía soportar mentir al hada más sabia de todas las hadas y le relate -ante el asombro de Roci y la mirada de Dehay que supuestamente significaría "yo no arreglo este entuerto"-todo lo sucedido con los tarros: como llegaron a nuestro poder, como era el hada, como desapareció…
-Eres muy honrada Carines, muchas de las hadas de aquí se quedarían con los tarros y no buscarían a aquella misteriosa hada para pagarla, me temo que solo hay una manera de encontrar a esa anciana- dicho esto nos miro con una cara que no mostraba ni alegría, ni sabiduría, sino tristeza, aquel vestido marrón claro con millones de lentejuelas que brillaban con el sol de finales de abril se mostraba triste y esos ojos azules color del océano que tanto habían querido los hombres-hada, en ese momento no mostraban sabiduría.
-¿Cuál? ¿Cuál es?-pregunto la impaciente de mi hermana.
-Acompañarme queridas hadys a mi humilde hortensia solo ella tiene el libro con la respuesta.
Con un simple batir de alas habíamos dejado atrás nuestra casa y las casas que la rodeaban, el sonido de las campanas para anunciar de que era hora de volver con los preparativos me saco de mi trance. Entramos a la hortensia de Sabia que estaba llena de libros, pergaminos, tinteros, plumas…
-Lo siento por el desorden, no acostumbro a recibir visitas, Roci acércame ese libro
Mi pequeña hermana alzo sus alas de color azul hielo y alcanzó el libro mas viejo, pesado y lleno de polvo de toda la habitación y juraría que de toda la casa. Lo dejó en un escritorio lleno de papeles. En cuanto lo hubo colocado sobre la mesa y se aparto, Sabia se acerco y leyó cuidadosamente cada página del libro. Me giré para observar otros detalles de la habitación a la derecha había: estantes llenos de libros y mi hermana pequeña Roci bostezando medio sonámbula y a mi izquierda: estantes con libros y más libros, mi hermana Dehay haciendo "Tic-Tac" con el tacón de su zapato.
Sin darnos cuenta Sabia se había girado y nos estaba mirando.
-Me temo que solo hay una solución para encontrar a La Hada Misteriosa- nos dijo con una expresión en su rostro de pánico
-¿Nos va a decir cuál es o tendremos que mirar otro libro?- preguntó Dehay con aparente impaciencia.